Un año más la concejalía de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Motril se ha adelantado a las altas temperaturas propias del verano y ha ofrecido una serie de recomendaciones para mitigar los posibles efectos negativos que estas pueden ocasionar en las personas.

El edil de Salud y Consumo, David Martín, ha explicado que desde el área se quiere prevenir los efectos negativos que las altas temperaturas puede tener sobre la salud de los ciudadanos, “especialmente en los grupos más vulnerables a ellas como son las personas mayores de 65 años, los niños y niñas menores de 5 años, las personas afectadas por alguna enfermedad crónica así como aquellos que trabajan o realizan esfuerzos al aire libre durante estos meses de verano”.

“Desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) han indicado que este año va a ser uno de los más calurosos que se recuerdan en la provincia de Granada. Por ello debemos ser precavidos y seguir una serie de recomendaciones que nos hagan sobrellevar las altas temperaturas estivales de la mejor manera posible”, ha señalado Martín.

Para prevenir los golpes de calor se debe evitar salir en las horas de más calor (de 12.00 horas a 18.00 horas de la tarde). Es necesario beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no sienta sed, y comer en pequeñas cantidades, preferentemente frutas y verduras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor. También es recomendable usar ropa holgada, transpirable, ligera y de colores claros y no realizar esfuerzos físicos prolongados o innecesarios.

No hay que abusar de las bebidas con cafeína, alcohol o mucho azúcar, ya que pueden hacer perder más líquido corporal. Además, determinados medicamentos pueden ver alterados sus efectos por el calor, por lo que hay que mantenerlos siempre en lugares frescos.

Hay que evitar temperaturas superiores a los 37 grados ya que estas pueden ocasionar un golpe de calor cuyos síntomas se relacionan con una respiración y pulso acelerado, la piel húmeda y sudorosa, calambres por todo el cuerpo y gran sensibilidad muscular; nauseas, vómitos, debilidad y mareo; y en casos graves, convulsiones y pérdida de conciencia.

Si se produjese una insolación es recomendable transportar a la persona a un lugar con sombra y fresco, darle líquido en pequeños sorbos en caso de que el afectado este consciente, controlar en todo momento la respiración y el pulso y aplicar toallas húmedas en la frente si la temperatura es demasiado alta. 

Si la persona se encuentra inconsciente, es recomendable tumbar al afectado de lado y flexionarle las piernas así como no administrarle líquidos y vigilar su respiración y pulso. En este caso es necesario llamar al 112 y esperar la llegada de los servicios médicos de emergencia.